Nuevamente, Paraguay, que nunca pudo consolidar su democracia burguesa, es noticia internacional, debido a la debilidad de las instituciones y la facilidad de hacer lo que a uno se le antoje, bueno no tanto a uno, si no a uno con poder y dinero. Desde hace meses tenemos un circo, nos es muy difícil de predecir el como finalizará esta contienda burguesa, quien va a ganar al final de todos estos meses de payasada.
Es importante entender que lo que está sucediendo en el Paraguay no es algo ajeno a la situación internacional, acá lo que se está disputando son intereses económicos, las grandes construcciones edilicias, de rutas y demás que representa un gran capital que se están llevando constructoras extranjeras dejando sin nada a las constructoras nacionales, las tierras malhabidas y el agronegocio sojista en el interior del país, la renegociación de Itaipu y la superexplotación de trabajadores y trabajadoras a través de empresas Maquiladoras que vienen a instalarse en el país debido al bajísimo costo de la energía eléctrica, impuestos casi nulos, mano de obra barata, y la complicidad obviamente del actual gobierno a la hora de perseguir sindicatos y apañar a los patrones cuando despiden trabajadores son las formas en que nos sigue jodiendo el subimperialismo brasileño y que también fueron las causas detrás de la caída de Lugo en el 2012, también está en juego el negocio del propio Horacio Cartes, que sabemos es un narcotraficante y esta en constante disputa con otros carteles de la región, para que entiendan la magnitud de este último punto, les comentamos que hay zonas del país nuestro, que el mismo Horacio Cartes no está pudiendo pisar ni con las fuerzas armadas.
Cartes entonces, representa a un sector mafioso de la burguesía, su gobierno se caracteriza por su política de entrega del pueblo trabajador paraguayo a manos de empresas e inversores extranjeros, privatización de empresas estatales, educación y salud en pésimo estado, un gobierno impopular, sin una base social en la que pueda sostenerse, tiene una línea de intolerancia total hacia los sindicatos de trabajadores la persecución al movimiento campesino más radicalizado que se traduce en declarar estado de sitio en un distrito del interior del país donde se encuentra instalada la Fuerza de Tarea Conjunta, un comando militar que se encarga de dejar en zozobra a los campesinos invadiendo sus casas con la excusa de que ahí se encuentra alguien del EPP (Ejército del Pueblo Paraguayo, una supuesta guerrilla marxista leninista que tiene varios secuestros a su nombre) sin que tengan prueba alguna de ello y las políticas públicas para los casos de femicidios y violencia hacia la mujer que no existen. Pero se sostiene porque tiene algún respaldo de algún sector burgués del país y también internacional. Cartes está buscando la reelección presidencial para este 2018, lo que pasa es que la reelección no es permitida por la Constitución Nacional desde la caída del dictador Stroessner, entonces el Cartismo necesita modificar la Constitución Nacional para incluir la reelección de cualquier expresidente incluyendo a los anteriores a él (Lugo, Nicanor), para que Cartes pueda lograr esto, necesita del apoyo de un sector social, Cartes no tiene eso, si bien el Partido Colorado sigue siendo hegemonía, sigue dominando al país a su antojo y sigue teniendo la mayor cantidad de afiliados y de votos en el país, está en una crisis, ahí es donde el Cartismo necesita de Fernando Lugo que se sostiene mediante un imaginario colectivo basado en encuestas, pero con Lugo y Cartes no basta, Cartes logró comprar casi la mitad del Partido Liberal Radical Auténtico, para que le votase sus leyes desde el 2013 y que hoy le sirve de apoyo, este es el sector Llanista, que al mismo tiempo da su respaldo a Lugo para este 2018 y que posiblemente pondría el candidato a vicepresidente para Lugo. Con esto entonces tenemos una alianza Cartes — Lugo — Llano que pelean por la reelección vía enmienda.
Pero antes de pasar a hablar del bloque anti enmienda nos parece importante hablar a grandes rasgos acerca de Lugo y el Luguismo, que, por cierto, son cosas distintas. Lugo es un ex obispo conservador, es un tibio, no cree en la movilización popular, se refugia en el Cartismo y la legalidad burguesa para llegar como candidato al 2018, que nuevamente tendrá que hacer una alianza con el Llanismo (que viene de apoyar a Cartes) para tratar de ser gobierno, sin intenciones de modificar el estado burgués, el aparato colorado que está en todas las instituciones públicas, desde colegios, universidades, sindicatos, hospitales, policía, militares y hasta ministerios y entidades como Yacyreta o Itaipu, tampoco tiene un programa político que resuelva los problemas del campesinado y el clase trabajadora, no puede hacer eso, no es un mesías y tampoco tiene intenciones de hacer eso. Como en el 2008 pasado, Lugo solo piensa en ganar las elecciones y luego no sabe que hacer con el gobierno, los partidos del Frente Guasu meten a sus dirigentes en secretarías e instituciones del estado de poca importancia para que se encarguen de administrarla, mientras que los ministerios importantes son copados por los liberales que hacen lo mismo que los colorados, desangrar al estado despilfarrando millones de dólares en lo que se les ocurra en la mente de monos que poseen. A parte, si Lugo fuese una alternativa al neoliberalismo cartista no estuviese ahora de la manito con Cartes para conseguir la reelección. Por otro lado está el Luguismo, que es una base popular, pobre, que cree en que sus condiciones de vida pueden mejorar con Lugo como presidente, creen que puede mejorar la atención de salud, la educación pública y las condiciones laborales, el luguismo va perdiendo simpatizantes justamente por el error de Lugo de aliarse a Cartes y entregarse a las reglas burguesas y pacíficas antes de creer en la movilización popular e intentar imponerse como candidato mediante una verdadera lucha en las calles y en el campo. Además que luego del 2012, cuando Lugo dio la espaldas a los campesinos y trabajadores que fueron a defenderlo del golpe, se le suma la complicidad de Lugo en todas las medidas cartistas, porque nunca salió a movilizarse con el pueblo, ni en el 2015 en apoyo al movimiento estudiantil ni en el 2016 a los campesinos que acamparon en Asunción o los presos políticos campesinos que justamente están condenados hasta 35 años de cárcel por lo ocurrido en Curuguaty en el 2012.
Por otro lado tenemos a los constitucionalistas de izquierda y derecha, que hacen oposición al proyecto de reelección, donde tenemos desde la pequeña facción trotskista parte de la LITCI que es el PT pasando por el sector Efrainista del PLRA y Avanza País hasta la burguesía representadas en los medios de comunicación de Vierci y Zucolillo. Todos estos lanzan un discurso apocalíptico de lo que está sucediendo y se viene para el país. Son tapa de los periódicos burgueses hace meses temas relacionados al proyecto de reelección de Cartes, Lugo y Llano, Los periódicos Abc Color de Zucolillo y Última Hora de Vierci se convirtieron en un panfleto de agitación anti reelecionista, llamando todo el tiempo a movilizarse, estar atentos ante cualquier intento de violar la Constitución Nacional, el Efrainismo (que hoy tiene la presidencia del PLRA) se pasa haciendo campaña contra la reelección incluso ante instancias internacionales, llamando a movilizaciones, después tenemos a Avanza País (que junto con Mario Ferreiro y la alianza con el PLRA ganaron la Intendencia Municipal de Asunción) que también se suma a los llamados a movilización, pero ninguno de estos puede convocar a una movilización porque justamente son partidos políticos y figuras políticas desgastadas, que piensan en candidatarse a presidente y vice respectivamente en el 2018, allí radica la oposición que hacen a la reelección, pero los trabajadores y campesinos ya no creen en ellos, conocen de sus mentiras y no piensan ser carnada de nadie.
Esta democracia no es nuestra, la Constitución Nacional no es de los trabajadores y campesinos paraguayos, es de los burgueses, y ellos se pelean y modifican lo que se les antoja siempre y cuando las masas no irrumpan en el escenario político, lo que está en juego no es nuestro, los candidatos para este 2018 no tienen pretensiones de mejorar nuestras condiciones de vida ni de trabajo, ni mejorarnos la salud ni la educación, tienen intereses económicos y políticos egoístas propios de la clase a la que pertenecen y que es la burguesía, no es importante el que vayamos a morir por ellos, ni por uno u otro bando, que tampoco significa no movilización y esperar comiendo pororó a ver que sucede, tomemos las calles, los colegios, las universidades, los lugares de trabajo, tomemos las tierras que están en manos de terratenientes, peleemos por lo nuestro.
Esta claro que en Paraguay no hay, no existe una alternativa política que se plantee una verdadera salida a esta crisis del sistema capitalista, porque lo que está en crisis es el capitalismo, que no encuentra una salida para seguir sosteniéndose, por eso pelean entre ellos y experimentan diferentes políticas económicas para sortear la crisis, total si no les resulta vamos a pagar todo nosotros los pobres, con tarifazos, con impuestos, con recorte al presupuesto social.
En el 2015 y 2016 los estudiantes y campesinos ya demostraron la capacidad de enfrentar gobiernos que tienen, porque los secundarios ya tiraron una ministra de educación a este gobierno, porque los universitarios ya tiraron al rector de la UNA durante este gobierno, porque los campesinos tienen en zozobra al gobierno es la dirigencia pacifista la que sigue atajando algo más radical y violento, pero en cualquier momento puede volver a explotar esto, Paraguay aún no tuvo una revolución democrática o política, el Partido Colorado está débil, estos son sus últimos pataleos, los revolucionarios no podemos permitir que la burguesía se componga y vuelva a gobernar, debemos organizarnos, con mucha rabia, con mucho coraje y mucha esperanza, con solidaridad y compañerismo, en los lugares que nos desenvolvamos, en nuestros colegios, en nuestras facultades, lugares de trabajo, en la chacra y el campo, a organizarnos y prepararnos para construir un mejor futuro, donde gobernemos los que nunca gobernamos, por que no hay ningún dios que diga que no podamos hacerlo.
¡2018 anulemos nuestro voto!
¡Abajo el plan económico de HC!
¡Por una patria libre y socialista ya!