Este 30 de abril se llevara a cabo las elecciones generales en Paraguay que se esta centrando en los candidatos presidenciales Santiago Peña (ANR) y Efrain Alegre (PRLA-Concertación). También hay otros candidatos de relevancia que se lo ven atrás en las encuestas como los de Nueva Republica de Euclides Acevedo y Cruzada Nacional Payo Cubas que detallaremos más adelante, ambos fuera del Frente Amplio de la Concertación.
La clase trabajadora paraguaya se encuentra constantemente pisoteada por las fuerzas exteriores políticas y del curso de la economía mundial actual, que no comprende. Cegada por el oportunismo hasta de sus direcciones más “progresistas”, actualmente el Frente Guasu está dividido en dos listas para las presidenciables, ambas con candidatos de derecha al frente; por un lado el principal candidato a ganar a la ANR es Efraín Alegre junto a la corrupta y ex ministra de Horacio Cartes Soledad Núñez agrupando atrás de si a sectores de la izquierda parlamentaria, derechas e incluso al Paraguay Pyahura con la Federación Nacional Campesina, quienes pasaron de una línea de décadas de no participar de las elecciones para poner toda su acumulación al servicio de Efraín y Soledad, cuestión además por la cual no hemos acompañado a la marcha campesina de este año.
Por otro lado otra parte del progresismo se agrupa detrás del colorado Euclides Acevedo ex ministro del interior de Mario Abdo en pandemia a quien no le tembló el dedo a la hora de ordenar desalojos y represión al conjunto de la población trabajadora durante la Pandemia. aquí encontramos desde la izquierda parlamentaria con base campesina como Tekojoja hasta organizaciones nuevas como Fuerza Común cuyos colores y principales retoricas se basan en la lucha contra la violencia de género, hoy ambos abandonan sus principales valores y principios para estar detrás de un candidato que no solamente es anti campesino y trabajador sino que también es machista, nosotrxs no queremos que se olvide ni pase desapercibido los comentarios que realizo hace poco mencionando a la histeria como una característica femenina, esta es la realidad de la “izquierda” nacional hoy en día, desorientada sin ubicación en el plano mundial y contradictoria con sus acciones a nivel nacional al punto de perder su propia personalidad, mal formando la construcción de la conciencia de clase de los trabajadores
Con respecto a Payo Cubas sabemos que es un oportunista desde la cuna, militando por la ANR, el PRLA, Frente Guasu, UNACE y hasta en Encuentro Nacional. Así como en otros partidos, ojalá este fenómeno se pueda ignorar, pero las contradicciones de la coyuntura nacional que está atravesado por un hartazgo generalizado hacia la política tradicional y sus partidos burgueses en crisis impulsan a este personaje al frente de la escena política como mecanismo natural del capitalismo atrasado por sobrevivir.
Caracterizamos a Payo como bonapartista de libro, un embrión reaccionario con potencial de volverse una amenaza para la organización independiente de la clase trabajadora y su democracia.
Su discurso con matices de políticas de izquierda y derecha, o lo que comunmente se concibe como tal; refuerzan precisamente esta caracterización como conciliador de clase de tinte nacionalista.
Lo más peligroso de su bonapartismo, es el potencial autoritario y represivo del mismo. Payo desde sus orígenes ha desenmascarado la corrupción hipocresía del estado burgués, pero a su vez canalizó la frustración hacia las mismas, contra el propio concepto de democracia republicana. Esto no es peligroso porque la «democracia» burguesa sea legítima, en la democracia burguesa también sufrimos violencia y dificultades para organizarnos, es peligroso porque tiene el potencial de privarnos del la plataforma política dónde la clase trabajadora pueda organizarse, la democracia burguesa es preferible siempre frente a una dictadura bonapartista. Payo cubas amenaza con quitarnos la capacidad de organizarnos de manera independiente en organismos democráticos de base.
Entre sus piropos a regímenes autoritarios y dictaduras del pasado, como a fenómenos actuales tales como el de Nayib Bukele que brillan precisamente por su carácter antidemocrático y represivo nos dejan en claro el tipo de gobernante al que aspira este personaje.
Si bien en estas elecciones es muy probable que aún no triunfe debido al carácter relativamente temprano en el desarrollo de su movimiento, de hacerlo tiene el potencial de representar el peor escenario para nosotrxs como clase, aunque se tendría que enfrentar ante la enorme reserva de lucha que tiene el pueblo y el potencial revolucionario de la juventud así como la falta de gobernabilidad que le daría la propia burguesia que no apuesta por el como salida. Lo que es seguro es que este es un enemigo con el que eventualmente tendremos que lidiar, y el único camino para hacerlo es la organización de una nueva izquierda capaz de movilizar a las masas trabajadoras para hacerle frente en las calles.
Si creemos que con otro gobierno que consideremos el mal menor vamos a poder conseguir trabajos dignos, tierra y hogares para todos, combatir la violencia de género, salud y educación gratuita y de calidad así como también frenar la contaminación de las grandes empresas y del agro negoció, solo vamos a toparnos con la cruda realidad de que cambio algo para que no cambie nada, o como escuchamos en otra línea como la que levanta el Partido Comunista la de elegir al enemigo más débil, que no es otra cosa que llamar a votar indirectamente a Efraín Alegre, mensaje con el cual aleja a la izquierda de la posibilidad de agruparse en un frente con independencia de clase para estás elecciones. Aún hay muchas cosas que debatir con estos espacios y confiamos en que lograremos resolver las principales contradicciones que no permiten a la izquierda agruparse en un frente político con un programa claramente anticapitalista.
Pretender que cambiando el color del modelo productivo por medio del electoralismo en el marco de la situación actual se solucionarían los problemas es una ilusión.
El verdadero problema no yace solo en el Partido Colorado ni en un Cartes que está golpeado y debilitado, sino en la clase explotadora la burguesía que tiene en sus garras a todos los partidos tradicionales con sus lobbies políticos junto a la democracia burguesa inoperable y el modelo económico capitalista atrasado.
Hoy en día no hay ninguna solución parcial o completa sin poner en cuestión la derrota de toda la burguesía y sus estados, por eso para romper con esta tendencia necesitamos construir una dirección revolucionaria internacional que apueste y empuje permanente hacia la transición al socialismo, organizando a los trabajadores y campesinos pobres hacia la línea de movilización permanente para que se construyan en las luchas y que principalmente jueguen un rol determinante en los estallidos populares espontáneos, para organizarla y dirigirlas.
Por eso, queremos avanzar en una propuesta que nos permita recomponer las fuerzas revolucionarias para trabajar construyendo en Paraguay y en toda la región una alternativa real para el pueblo trabajador para que dejemos de ser los grandes ausentes, como volvió a pasar en la rebelión del 2021 que nosotros reivindicamos pero el resto de la izquierda lo niega, o achica para justificar su inacción o su claudicación de facto al cartismo en esas jornadas de marzo.

Todo esto no significa que nosotros seamos anti electoralistas, pero como marxistas revolucionarios entendemos al sistema contra el que luchamos.
Por eso nos preguntamos ¿Cómo hacen los burgueses para mantener el control político, es decir, la dictadura de la burguesía? ¿Cómo se las ingenian para impedir que las clases trabajadoras, que son mayoría, lleguen al gobierno?
Pues utilizan dos sistemas principales, al estilo de la zanahoria y el garrote. El parlamentarismo y la dictadura militar. Ambos sistemas utilizan combinadamente el engaño electoralistas o vías institucionales y las fuerzas represivas para mantener la hegemonía de la burguesía. Cuando uno de los sistemas se ha desgastado y las masas muestran de mil formas su activo descontento, los capitalistas, oligarcas e imperialistas recurren hábilmente al otro sistema, en nuestro país llevamos ya varias décadas de transición democrática, nadie se atreve sin sentir vergüenza de llamar democracia al sistema en el que vivimos, aunque es claro que el parlamentarismo es el sistema actual pese a los restos stronistas en el conjunto del estado que aun hoy en día continúan.
El parlamentarismo es una forma enmascarada de dictadura burguesa. Se basa en la organización de partidos políticos y en el Voto organizado cada cierta cantidad de años para elegir a los representantes. Aparentemente todo el pueblo elige sus gobernantes. Pero en realidad no es así, porque como todos sabemos las candidaturas son determinadas por el poder del dinero en última instancia el Gobierno de los ricos Manda y el pueblo obedece, cuando debería de ser al revés ya que el pueblo trabajador debería mandar y el gobierno obedecer.
Como decía Lenin: «Decir una vez cada tantos años que miembro de las clases dominantes han de reprimir y aplastar al pueblo a través del parlamento; tal es la verdadera esencia del parlamentarismo burgués». Este carácter fraudulento, engañoso, de toda elección y todo parlamento no quita que la clase obrera deba ingeniarse para dar pasos de avance revolucionario en determinados procesos electorales, no quita que la clase obrera deba ingeniarse para intentar utilizar el parlamento con fines revolucionarios
Una política revolucionaria debe saber utilizar todo tipo de armas, incluso aquellas que han sido creadas y son usadas con ventaja por la burguesía como el parlamentarismo, para avanzar en la movilización de masas, para introducir la crisis, la división y la desorientación en las filas enemigas, y no lo que hoy se hace que se introduce la desorientación en nuestras filas, apoyando a burgueses no solo de derecha sino que contradictoriamente servirán de una u otra forma de vuelta al partido colorado, y en última instancia al mismo Horacio Cartes.
En este marco y basándonos en la rica experiencia de lucha tanto en Paraguay como en la región y todo el mundo queremos invitarlos y ser participe de nuestro siguiente conversatorio para conocer nuestras posturas y programa político de Alternativa Socialista y La Liga Internacional Socialista para que definitivamente hagamos que se vayan todos estos parásitos de los partidos tradicionales y avancemos hacia un autentico Frente de Izquierda con personalidad propia, la de las y los trabajadores para poder responder en las calles y seguir construyendo juntos una herramienta para cambiar la realidad del pueblo paraguayo y del mundo.
El sábado 29 de Abril a las 17hs en el local de Alternativa Socialista en el microcentro de Asunción. Anótate al 0985 56 72 39.
Elecciones: Entre derechos y conciliadores. Las Tareas de los revolucionarios en el próximo periodo.
